Cesvi Colombia brinda valiosas recomendaciones para tener los frenos del vehículo en excelente estado
feb 12 /2015 21:33 GMT
Bogotá, Colombia
Cesvi Colombia
Por: Giovanni Bonilla
Director Autos F1LATAM
Como la función del sistema de frenos consiste en reducir la velocidad o detener completamente el vehículo, es de vital importancia realizarle un adecuado mantenimiento. Esto implica revisar todos los elementos que intervienen en el proceso sin cometer el error limitarse solamente a cambiar pastillas y bandas.
¿Qué revisar en el sistema de frenos? A continuación veremos los elementos y aspectos más relevantes por tener en cuenta en el proceso de revisión del sistema de seguridad activa más importante del vehículo. Es importante verificar el kilometraje total de vehículo y el kilometraje desde el último mantenimiento a cada una de las partes que componen el sistema. Estos factores determinan el tipo de mantenimiento que se debe realizar.
Pastillas: deben garantizar siempre la potencia de la frenada y para esto debe mantener elevada su capacidad de fricción durante toda su vida útil ya que, cuando esta baja, la distancia de frenado aumenta considerablemente. La vida útil depende principalmente de la calidad y composición de los materiales utilizados en su fabricación. Lo que determina el confort de una pastilla es que no trasmita vibraciones al volante y que no produzca ruidos cuando se utilizan. Estos se producen por el desgaste irregular de las superficies de contacto (pastillas-discos o bandas-campanas) y por la extremada dureza del material de fricción. Ello también produce desgaste excesivo de los discos.
Cuando las pastillas están cristalizadas, presentan ranuras; si el material de fricción presenta un centro alto o cóncavo, o cuando alcanzan su espesor mínimo, deben ser sustituidas.
Bandas: se deben sustituir cuando estén cristalizadas o tengan desgastes irregulares como ranuras, centro alto o cóncavo, o cuando se alcance el espesor mínimo.
Discos: se recomienda medir el espesor de los discos para determinar el desgaste. Cada fabricante indica el espesor mínimo en el cual se debe remplazar. De no hacerlo, existe el peligro de calentamiento excesivo, ruptura del disco, deficiencia en el frenado, daños en los sellos y cristalización de las pastillas. Otro aspecto importante por tener en cuenta es cuando el alabeo del disco supera lo recomendado por el fabricante; esto produce vibraciones que se pueden sentir en el volante y reduce la eficiencia de frenado. Dependiendo del nivel de desgaste y de la medida de alabeo que presente el disco, se puede reparar o bien puede ser necesario cambiarlo.
Tambor de freno o campana: se deben sustituir si presentan desgaste excesivo, ranuras y cuando el tambor se encuentra ovalado o con puntos de sobrecalentamiento.
Guardapolvos de las mordazas: protegen de la agresión de agentes externos las superficies de deslizamiento y juego libre de los soportes de las pastillas (mordazas) y, así mismo, evitan el acceso de mugre abrasivo a los pistones y cilindros del sistema hidráulico.
Pinza o mordaza: las mordazas requieren lubricación en los ejes de deslizamiento, así como en la porción visible de los pistones que alojan.
Conductos: los conductos por donde circula el líquido de frenos deben permanecer libres de deformaciones para el correcto fluir del mismo. Si hay aplastamientos es necesario sustituirlos.
Mangueras: se deben cambiar si presentan deterioro o fugas.
Freno de mano, funcionamiento y graduación: se puede presentar agarrotamiento, para lo cual se prefiere la sustitución de las guayas de accionamiento y lubricación de los trinquetes.
Cilindro principal: a este elemento se debe prestarle especial atención cuando se requiere de gran esfuerzo para oprimir el pedal o si el recorrido es más largo de lo normal. Estas condiciones pueden ser síntoma de desgaste, corrosión y fugas, provocados por la mala calidad o contaminación del líquido de frenos. En ese caso, por tratarse de una pieza crítica de seguridad, conviene reemplazarlo en lugar de repararlo.
Cilindro de rueda: si se requiere de gran esfuerzo para accionar el pedal o si el recorrido es más largo de lo normal, puede ser por desgaste, corrosión y fugas. Esto generalmente puede ser provocado por mala calidad o contaminación del líquido de frenos. En ese caso puede ser necesario reemplazarlo.
Líquido de frenos: entre sus diversas propiedades resaltan las de protección de los componentes internos del sistema, permanencia de su viscosidad en las diferentes condiciones de temperatura y su facultad como lubricante. Por ser higroscópico (que absorbe la humedad del aire), es indispensable cambiarlo en su totalidad periódicamente, según las recomendaciones del fabricante y el tipo de líquido utilizado, generalmente cada 12 meses. Cuando se cambie el líquido para frenos se deben vaciar totalmente los conductos para no contaminar el líquido nuevo con el líquido viejo, que ya ha absorbido humedad.